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En este caso podemos observar que uno de los tensores que sujetan la persiana al eje del tambor,por el uso y el peso ha terminado por rajar el filo de la lama de la persiana provocando, al perder sujeción, la caída de la persiana.En este caso lo más fácil es siempre que podamos y tengamos lamas suficientes es eliminar la lama rota y volver a enganchar los tensores.En el caso que no nos sobren lamas,usaríamos un trozo de cinta de persiana y uniríamos la lama rota al eje del tambor.